La Epifanía es la fiesta de la manifestación de Dios, hecho hombre, a todos los pueblos de la tierra, representados en los Magos de Oriente. Es una fiesta entrañable, llena de significado para niños y grandes.
Hay muchas enseñanzas para nuestras vidas. En primer lugar, los Magos saben descubrir en los signos de la naturaleza la presencia de lo divino. Una estrella, una señal, los pone en camino. Son los buscadores de la verdad, los buscadores de Dios. Son personajes que se preguntan, tienen sus inquietudes, no se conforman con lo que viven, quieren, buscan algo más. ¿A quién buscamos? Ellos buscan al rey de los judíos que ha nacido. La Sagrada Escritura les señala el camino hacia Belén. Los sabios de Jerusalén, a pesar de saber dónde nacería el Mesías, no lo buscaron. Los Magos siguieron buscando y encontraron al Mesías. Nos indican el camino de la fe. Buscar el sentido de la vida, buscar en definitiva a Dios.
Los Magos nos enseñan también a superar las dificultades del camino de la vida. Hay tiempos en los que no se ve la estrella, el camino se hace difícil, las señales no se ven, pero la fe nos sigue guiando. La meta del camino es llegar a Jesús, adorarlo. Ellos le ofrecen al niño sus regalos, sus dones. Son regalos simbólicos. Hay que adorarlo como Rey y Señor y como el Hijo de Dios hecho hombre. La meta de nuestra vida es la adoración, el dar gloria a Dios.
Los Magos preguntan: ¿dónde está el Rey de los Judíos? También debemos preguntarnos nosotros dónde está ese Rey. Está en nuestro mundo, en los belenes del mundo de la pobreza, de los enfermos, de los que sufren, de los desplazados, de los emigrantes, en nuestras calles y ciudades, en nuestras casas. Saberlo encontrar cada día, descubrir sus presencias en el mundo.
El encuentro con Jesús nos ha de llevar a descubrir caminos nuevos, a inventar rutas nuevas. Los Magos se volvieron a su casa por otro camino. Ya no fueron a Jerusalén. Allí estaba Herodes esperando noticias, pero los Magos volvieron por el camino de la fe. Habían encontrado lo que siempre habían buscado. Ya no necesitan las estrellas, “porque donde el sol está, no tienen luz las estrellas”, citando versos magistrales de Lope de Vega. Felices Reyes Magos, modelos de fe, buscadores de Dios.
Fr. Jacinto Anaya, oar